Hoy me han llamado de un ayuntamiento, angustiados porque la SGAE les quiere cobrar más de lo que habían negociado para la realización de un concierto público gratuito. Me pedían consejo. Mi primera reacción ha sido la de decirles “todo lo que os cobre la SGAE me parecerá poco, por contratar a xxxx” (me niego a hacerles publicidad a lameculos de la SGAE).
Pero me han hecho reflexionar en voz alta, y mi compañero Irimi ha propuesto: “si han de pagar el 10% del presupuesto de gastos necesarios para la celebración del espectáculo, o el 10% de la taquilla si es de pago, ¿por qué no hacer como que el concierto es de pago, pero luego que resulte que la taquilla recaudada ha sido muy baja?”. Me encanta el jugar con las zonas grises de la ley. Sin embargo los letrados esbirros de esta panda lo tiene todo muy bien pensado, y reflejan en sus tarifas estos casos (control de accesos, entradas subvencionadas, etc).
Que la SGAE incremente un 186% sus tarifas con respecto al IPC interanual, pese a la crisis, es añadir dolo a la ofensa. ¿Dónde está el Administrador Público, ese ente (”Ministerio de la SGAE, también llamado Ministerio de Incultura”) que controla y vela por el bien común?
Me temo que antes debemos preguntarnos ¿dónde está el bien común?
Así que, moraleja y consejo para festeros: aseguraos de que para el próximo concierto contratéis a artistas que NO estén inscritos en la SGAE NI interpreten obras del repertorio gestionado por la SGAE. Así no os podrán cobrar nada.Jorge Cortell.copio y pego
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